LA HISTORIA DEL ?COUNTRY CLUB? DE LA HABANA

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Desde hace años contamos con una interesante colección de fotos del antiguo “Country Club de la Habana”, que nos muestran sus instalaciones, torneos, jugadores participantes y otras actividades. Sin embargo no nos habíamos decidido a preparar la página correspondiente porque el golf no es un tema que le interese mucho al pueblo cubano. No hay dudas de que es un gran deporte, de alcance mundial, pero como necesita de áreas extensas y muy bien acondicionadas es más bien un deporte de elites. En Cuba actualmente solo se practica en algunos clubes para diplomáticos y turistas con posibilidades. Por esa razón pocos aquí conocemos sus reglas y aunque tuvo auge en la etapa republicana la historia de su surgimiento y desarrollo es poco conocida. Más bien del “Country Club” se habla desde el punto de vista urbanístico pues así se llamó también la zona residencial contigua donde se llegaron a edificar las mejores mansiones del país.

Sin embargo al conseguir hace poco un folleto publicado en 1936, con motivo del 25 aniversario de la fundación del Club hemos encontrado, gracias al detallado recuento que nos ofrece sobre su surgimiento y posterior desarrollo (que hace su propio fundador y presidente  Frederick Snare), la forma de complementar dicha colección.
 


 

Veamos lo que nos dicen la introducción y el prefacio escrito por el Sr. Snare:

Introducción

“FATHER SNARE”

Introducción

En las páginas que siguen, el origen y desarrollo del Country Club de la Habana aparecen relatados, con singular precisión, por su Presidente el Sr. Frederick Snare, circunstancia ésta que lógicamente le ha impedido hablar de si mismo, de lo que él ha sido y es para el Club. A fin de suplir esa omisión, se me ha pedido que escriba unas líneas sobre la personalidad del Sr. Snare, encomienda que acepté gustosamente, pues no es difícil hablar de quien, por los claros y marcados perfiles de su carácter, se eleva por sobre la generalidad de los hombres.

Snare fue el creador del Country Club y es su símbolo. Una obra de esta naturaleza solo podía nacer merced al espíritu animador de un hombre que pusiera en ella todo el vigor y el optimismo de sus fuerzas creadoras. Así la obra se produjo cuando apareció alguien capaz de crearla, de comunicarle el aliento de sus propias energías y la vitalidad de su constancia sin límites. Y sucedió lo que a todo creador, que luego de producir la obra, se fundió en ella, a fuerza de quererla y de darle su vida. Puede afirmarse que a través de los años Snare simbolizará siempre el Country Club de la Habana.

En la hora de profundo materialismo que está viviendo la humanidad, parece irreal la existencia de un hombre como Snare que, casi con total abandono de sus actividades privadas, se consagra por entero a una sola idea: la grandeza del Country Club, a la que, sin escatimarle esfuerzos, le rinde el culto predilecto de toda su atención. Sus ausencias periódicas de Cuba no son suficientes a romper ese afecto, pues donde quiera que se encuentre y por grandes que sean los honores que reciba, su imaginación está en "su” Club, cuyo proceso sigue desde otras tierras, enrique­ciéndolo con sus consejos y sus decisiones.

Así se explica que la personalidad del Sr. Snare, para todos los del Club—socios y empleados del mismo—sea altamente respetada y sinceramente venerada. Ese respeto se impone, esencialmente, por su desprendimiento para con el Club, el cual solo ha podido llegar a lo que es hoy, por la ayuda económica que desinteresa­damente le ha proporcionado. Se le venera, porque el brillo de sus cualidades lo coloca allí donde no pueden llegar los juicios y las críticas.

Para Mr. Snare, el Country Club de la Habana es su ideal hecho realidad. Para nosotros, Mr. Snare siempre será el hombre que hizo posible esa realidad.

P. Franca

Habana

Enero 15 de 1936.

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PREFACIO

La Junta Directiva del Country Club de la Habana, al cumplirse en este año de 1936 el vigésimo-quinto aniversario de la fundación del Club, me ha pedido un resumen de la historia de nuestra Institución. Constituye, por lo tanto, la fecha más adecuada para rememorar, hasta donde sea posible, los hechos que contribuyeron a su desarrollo.

Habiendo desempeñado el cargo de Presidente del Club desde su fundación, mucho de lo que he de referir está, necesaria e inevi­tablemente, ligado a mi persona; pero, en justicia a la verdad, debo declarar enfáticamente que su desarrollo y engrandecimiento no pudieron ser obra de un solo hombre. Lo que se ha logrado se debe al trabajo, al entusiasmo y al apoyo decisivo y caluroso de sus funcionarios y sus socios. Algunos han fallecido y otros han dejado de pertenecer a nuestra Institución. Hacia todos conservo la más profunda gratitud.

Ha sido para mí una experiencia realmente singular y de las más felices, el estar asociado a esta empresa—la "pioneer” de country clubs en Cuba—poder contemplar el crecimiento muy merecido del Club y ver como ha llegado a constituir un factor importante en la vida social de la Habana, lugar de recreo para los extranjeros que nos visitan y centro de salud y expansión física y mental de cuantos viven en Cuba, nacionales y extranjeros.

Este Club representa uno de los ensayos afortunados de los últimos veinticinco años, y su éxito continuo depende del apoyo y de la buena voluntad de todos sus socios.

           Frederick Snare,

   Presidente.

Enero 1936.


 

A continuación incluimos la transcripción de las páginas más importantes del folleto donde aparecen además de la historia de la fundación del Club las instalaciones con que contaba por aquellos tiempos, las variadas actividades y torneos que realizaba y otros datos de interés. Hemos insertando en ocasiones las mismas imágenes con que  la publicación ilustra sus textos, añadiendo además otras que hemos tomado de diversas fuentes:

EL COUNTRY CLUB DE LA HABANA

Situación

Desde la parte más elevada de los terrenos del Country Club se do­mina, por el Oriente y hasta el Río Almendares, un barrio extenso y en pleno desarrollo de la ciudad de la Habana, y por el Occidente, todo el parque del Country Club y sus obras contiguas de embellecimiento.

Su situación es excepcional. Hay muy pocos en el mundo de su tamaño que estén tan próximos a una ciudad de más de seiscientos mil habitantes o que sean de tan cómodo acceso.

Acceso
Desde el Parque Central de la ciudad, tomando por el Paseo de Martí, y siguiendo por el Malecón, que corre paralelo al Golfo de México, las calzadas de Carlos Miguel de Céspedes y la Quinta Avenida, los automóviles tienen una comunicación casi ininterrumpida hasta el Club, con una distancia de 15-1/10 kiló­metros. El principal distrito de residencias de la capital, denominado Vedado, está casi a la mitad del recorrido. Es, además, de fácil acceso por dos líneas de tranvías desde el corazón de la ciudad y del Vedado; una que va directamente al Club, y otra que se dirige al Havana Yacht Club, situado en la cercana Playa de Marianao.

Cuando se fundó el Club, los medios de trans­porte eran primitivos por falta de pavimentación de las calles y por las malas condiciones de las carreteras. Las vías de comunicación por auto­móvil, desde la ciudad, se encontraban a través del puente sobre el Río Almendares, por la Calzada de Marianao y por ese reparto hasta llegar al Club. Otra era entonces la del tranvía de Marianao, que es un ramal de los Ferrocarriles Unidos de la Habana.

Roberto M. Orr, por aquel tiempo Gerente General de los Ferrocarriles Unidos de la Habana, dijo una vez en los comienzos de la vida del Club: "La propiedad encierra todos los elementos in­dispensables y tiene la distinción peculiar de una casa de campo señorial, y el edificio está colocado en una prominencia tal, que, mirado de lejos, forma un conjunto armónico con el paisaje y con la vida palpitante que circula en los alrededores de una ciudad; además brinda por un lado una vista grandiosa al mar y se contempla por el otro la hermosura del follaje tropical.”

Vecindad
La apertura del Country Club en 1911, ejerció una influencia saludable en la urbanización y edificación de los repartos vecinos. Entre otros, se destacan el Casino Nacional, el nuevo edificio del Havana Yacht Club y los de varias asociaciones y casas de lujo en dichos repartos, y la construcción de parques y carreteras que se encuentran en la misma sección territorial.

Su Necesidad
Exceptuados unos pocos hoyos del Campamento de Columbia, hechos durante la ocupación militar de las fuerzas americanas, no se había jugado nunca golf en Cuba hasta que se establecieron nuestros links, y tampoco existían muchas personas en 1911 que conociesen ese juego, a no ser de oídas. No obs­tante, ya se sentía, como era natural, la necesidad de un deporte recreativo y saludable que estuviera al alcance no sólo de los jóvenes, sino también de las personas de edad, necesidad muy generalizada entre los residentes anglo-sajones. Fuera de los juegos de los profesionales del baseball y de Jai Alai, del tennis y de los baños de mar, no había nada que ofreciera un sitio de recreo, a pesar de que la ciudad tenía ya una población de más de 250,000 habitantes, que hoy en día se elevan a más de 600,000. Tampoco existía en ninguna parte de Cuba un Club que ofreciera distracciones sociales al aire libre, similares a las que brindan los country clubs en los Estados Unidos y en otros países.

Primeros Esfuerzos
Los americanos e ingleses residentes en la Habana hablaban constantemente de la posibilidad de crear terrenos de golf y, con ese objeto, Frederick Snare, dedicado entonces a Construcciones de Ingeniería en Cuba, había examinado práctica­mente todos los terrenos que hay desde el Río Cojímar hasta Arroyo Arenas en busca de un lugar adecuado, acompañado en ocasiones por el Ingeniero Civil Sr. J. A. McNicol. Después de desechar distintos lugares, se eligieron las proxi­midades de la Playa de Marianao por las facili­dades de sus baños de mar, el terreno ondulado y su fácil acceso a la ciudad de la Habana, todo lo cual hacía pensar que este sitio era el más apro­piado para utilizarse cuando las condiciones, en­tonces desfavorables, se tornaran propicias e hicieran posible la realización de un country club.

Los Comienzos
A mediados del verano de 1911 un grupo de socios del Ameri­can Club, los señores Thrall, Johnson, Lychenheim, Huston, Alleyn y Horter, suscribieron a solicitud del último y al dorso de un sobre usado que éste llevaba, la cantidad de $500.00 cada uno, como fondo inicial para la construcción de campos de golf. A consecuencia de ello, los señores Horter y Lychenheim visitaron a Frederick Snare y se dirigieron todos a la Playa de Marianao en compañía del Sr. Philip Hammond, Ingeniero Jefe de los Ferrocarriles Unidos de la Habana, y escogieron el lugar que parecía ser el más apro­piado para los fines que perseguían, siendo su idea principal la de construir una casa club en la Playa de Marianao o cerca de ella, e incorporar los baños de mar a sus proyectos. Pero se dieron cuenta de que la faja de tierra que une aquella localidad con la propiedad después escogida, no tenía un área aceptable, y se desecharon los planes, particularmente porque se vio que en la cercana Finca Lola había alrededor de 125 acres de tierra en excelentes condiciones, suficiente, además, para cualquier otro propósito que se considerase factible.

La Adquisición
W. H. Whitner cooperó de­cididamente para obtener, de los herederos de Don Segundo Alvarez, una opción de compra de los terrenos por $25,000.00 en oro español, y el Sr. Frederick Snare, para aprovechar la opción, adelantó el primer pago, ascendente a $5,000.00. Fue ésta la primera in­versión que se hizo en dicha propiedad.
Obtenida la opción, se trajo de Englewood, New Jersey, a un greenkeeper profesional, el Sr. Harry Stark, para que, antes de adquirir defini­tivamente los 125 acres, ratificara el criterio respecto a la posibilidad de adaptar los terrenos a los fines perseguidos. El precio que se convino y que efectivamente se pagó, ascendía a $0.06 por metro cuadrado, que contrasta con precios de $15.00 y de $20.00 por metro cuadrado abonados posteriormente por algunos lotes de las cercanías.
Durante varias semanas Stark recorrió cuida­dosamente los terrenos, y luego emitió un informe favorable y sometió un plan para la distribución de los links, que aunque ha sido modificado en algunos detalles, se ha respetado en cuanto al orden o a la dirección del juego. Si se contemplan las serias dificultades que existían para recorrer los terrenos a través de la manigua, es preciso considerar que la labor realizada por Stark fue admirable. Sin embargo, es de notar, como hecho curioso, que algunos de los hoyos mejores son precisamente los que él, por la naturaleza del terreno, consideró peores, como, por ejemplo, el segundo, el tercero, el quinto y el sexto.


ORGANIZACIÓN Y FINANCIAMIENTO

Primeros Esfuerzos
Ya en posesión de la Finca Lola y suscrita una suma inicial respetable, los activos organizadores se enfrentaron con un problema decisivo con respecto al futuro financiamiento del edificio, de los links, etc. Predominaba en aquella época el elemento de habla inglesa, a causa sin duda de sus conocimientos y experiencia en lo relativo al proyecto de un country club, a sus finalidades y a su funcionamiento en otros países, especialmente en los Estados Unidos.
La concepción original fue exactamente la que más tarde se convirtió en realidad: un Club para los residentes de la ciudad de la Habana, sin consideración de nacionalidades, y que ofreciera todas las facilidades para entretenimientos y dis­tracción social saludables. La primera circular que se envió a los residentes que pudieran estar interesados en el proyecto, la firmaron Roberto M. Orr, R. de Truffín, A. S. de Bustamante, Sr., W. E. Ogilvie, Norman H. Davis, J. M. Tarafa y Frederick Snare. Snare les propuso también a los suscriptores constituir una sociedad anóni­ma, que podría llamarse The Country Club Realty Company, que sería la compradora y dueña de la Finca Lola, y fundar, al propio tiempo, la asociasción, que habría de denominarse El Country Club de la Habana. La finca iba a mejorarse a expensas de la Realty Company, cediéndola al Club en arrendamiento, mediante un contrato que tendría entre sus cláusulas una que estableciera que la mayoría de los miembros de la Junta Directiva del Club siempre sería designada por la Realty Company. El convenio tuvo por finalidad proteger los derechos de propie­dad de los suscriptores en caso de que el Club, el primero de su género en Cuba, llegase a fracasar.

Los Primeros Fondos
Son muy interesantes, por sus derivaciones y re­sultados, las circunstancias que rodearon la sus­cripción de los primeros fondos para realizar el proyecto. Era esencial que existiese un núcleo de importancia y que garantizara, desde un punto de vista razonable, el progreso y el desenvolvi­miento de la idea. Aquél se integró, en las canti­dades más importantes, con sumas aportadas por Frederick Snare, Norman H. Davis, T. L. Huston, W. H. Talbott, José Rodríguez y J. M. Tarafa, quienes entregaron $5,000.00 cada uno.
Los Ferrocarriles Unidos de la Habana, W. E. Ogilvie, R. M. Orr y los amigos de estos, aportaron un total de $15,800.00.

El Tesorero
El Club y sus miembros guardan un profundo agradecimiento a J. M. Hopgood por la actividad que desplegó en aquella época para colocar acciones de capital y por su eficiente manejo de los fondos del Club, sobre todo durante la reciente depresión mundial, en que casi todas las asociaciones del mundo han sufrido por renuncia de sus miembros o por difi­cultados o demoras en el cobro de las cuentas. A su incansable actividad se debe la excelente situación económica de la organización.

Regino de Truffín
También debe recordarse en esta oportunidad a Regino de Truffín, quien, además de su suscripción gene­rosa, aportó un servicio inapreciable, pues obtuvo el ingreso de socios mediante la colocación de ac­ciones entre cubanos, realizando de ese modo una ayuda notable.

Pepín Rodríguez
Siempre defensor ardiente de la institución, mostró su in­terés en el proyecto desde el principio, cablegra­fiando desde Londres "Cosa admirable—cosa patriótica! Apúntenme con $5,000.00”. Pepín fue, en lo adelante, acaso más que ningún otro asociado, el que con más éxito alentó a los cu­banos a ingresar en la asociación y a jugar golf.

Bonos y Acciones
La entidad The Country Club Realty Co. comenzó la venta de las acciones de su capital por la suma de $150,000.00 y se ofreció como incentivo que aquéllos que tomaran una acción de $100.00 valor nominal, podrían ser miembros del Country Club sin pagar cuota de entrada. Al fin, los $150,000.00 se suscribieron del siguiente modo: $87,000.00 por 134 ciudadanos americanos y sociedades ameri­canas; $11,000.00 por 25 súbditos y sociedades británicas, y la diferencia, de $52,000.00 prin­cipalmente por 107 cubanos y españoles residentes en la Habana. Muy pronto, a medida que los trabajos adelantaban, se advirtió la necesidad de más dinero y se autorizó una emisión de bonos por la suma de $100,000.00, aumentada después a $200,000.00. De estos, $100,500.00 se colocaron en manos de 40 ciudadanos y sociedades ameri­canos; $15,000.00 se vendieron a 3 españoles; $61,000.00 a 24 cubanos y $23,500.00 a 17 súb­ditos británicos. Se proyectó después agrandar el lugar de las taquillas, y parte de los fondos se obtuvo vendiendo $40,000.00 en acciones pre­feridas, sin derecho a dividendos, pero facultando al tenedor de las mismas para tomar en arrenda­miento ciertos cuartos que representaban la in­versión del producto de las acciones tomadas, con sujeción a las disposiciones sobre la materia, con­tenidas en el Reglamento del Club. Desde entonces hasta ahora, todas las acciones preferidas, exceptuados $20,000.00, se han redimido y los contratos de arrendamiento se han cancelado.

Capital Social Actual
El capital del Club final­mente llegó a ser de $150,000.00 en acciones, $200,000.00 en bonos, $40,000.00 en acciones preferidas. Agregado un fondo de donaciones de un valor de $50,000.00, aproximadamente, que se levantó para terminar ciertas obras, estas cantidades dan un total de $440,000.00. Sin embargo, calculando de un modo conservador el capital invertido en la empresa, basado en el costo de la ejecución de los tra­bajos, incluyendo el terreno con un precio de $25,000.00, se llega a un total de $770,681.32, en 1935. A esta suma deben agregarse ciertas mejoras realizadas en el bungalow, cuyo costo lo adelantó su arrendatario para ser deducido del alquiler, por lo que, al fin, habrá que agregarse al total del capital. El capital invertido actualmente en el Country Club, en bienes muebles e inmuebles, se calculó en Diciembre de 1935 en $816,788.90. La diferencia entre esta cifra y la suma que se obtuvo por suscripción de capital y por donaciones, la que asciende aproximadamente a $376,788.90, procede de las reinversiones de las ganancias del Club.

El costo detallado es el siguiente:

Precio de Compra—Finca Lola .      .     . $ 25,410.89

Costo del Edificio del Club—1911 a 1929. 195,099.20

Anexo del Club........................................... 112,487.71

Instalación de Agua (Drenage) .        .      .   54,015.93

Caminos, Puentes, Cercas, 1911 a 1929 .  37,037.52

Casa para Professor y Caddies. .             .     6,504.61

Construcciones Adicionales idem, 1929 .     7,610.86

Casa de Herramientas y local del green-

keeper............................................................ 6,425.61

Casa-Taller del greenkeeper, 1933   .      .     2,042.99

Terrenos de Tennis—los originales   .      .     5,321.80

Dos Terrenos de Tennis adicionales

—1933.......................................................... 1,183.69

Campos de Golf y Terrenos, 1911 a

1921........................................................... 111,015.06

Anexo, para Empleados y Garages  .      .   29,750.40

Piscina............................................................. 63,367.56

Gastos Diversos............................................. 26,568.27

Mejoras en el Río............................................ 7,999.00

Embellecimiento............................................ 18,991.42

Bungalow y local para señoras, 1931-

32 ................................................................  14,883.74

Salón para Señoras y antecámara en el

Edificio del Club.......................................... 2,799.75

Habitaciones 26, 27, 32 y 33 .    .     .      .     4,967.37

Canchas de Squash........................................ 6,244.82

Siembra de la Hierba Acapulco enlos

fairways....................................................... 18,981.60

$760,710.16

Construcciones Extraordinarias—1930-

      1934..................................................    9,970.16

$770,680.32

Arrendamiento
Según se hizo saber a los adquirentes de las acciones, se convino que la Country Club Realty Company sería la dueña de la propiedad y que El Country Club resultaría ser un simple arrendatario; que correrían por cuenta de este último todas las cargas fijas de la Realty Company y que debería, además, mantener en buen estado la propiedad, etc., realizando cualquier mejora, todo ello a cambio de no pagar renta.

Arrendamiento Original
Finalmente se celebró un contrato de arrendamiento por el que se le dio al Country Club de la Habana el derecho de ocupar los terrenos por un período de 19 años, otorgándose después otro arrendamiento que consta en la copia que se agrega en el apéndice.

Compra de Acciones de Capital
Más tarde, cuando des­pués de un período de varios años se observó que el Club marchaba perfectamente, comenzó a ad­quirir, por compra o donación, algunas acciones de capital; y, finalmente, el Presidente de la Ins­titución, Sr. Frederick Snare, habiendo acumu­lado un total de 758 acciones de capital, que cons­tituían la mayoría, se las ofreció en venta al Club. Dicha compra venta se llevó a cabo, y en el apéndice aparece un resumen del contrato, con sus cláusulas más importantes referentes a la facultad de votar estas acciones, las modifica­ciones que hubo que hacer en los estatutos del Club, y las reglas en cuanto a la disposición final de la propiedad.
Como consecuencia de este convenio el Club prácticamente adquirió el dominio de la propie­dad y de esta manera se sustrajo la misma de la esfera de la especulación.

 Debido a las mejoras que se han efectuado y a su uso apropiado, su valor aumentó grandemente, y, como consecuencia, todos los valores de las secciones vecinas, provocando la construcción de espléndidas obras de urbanización, tales como el Country Club Park, entidad completamente dis­tinta de ésta, aparte de otros edificios, parques y excelentes caminos.
El Dr. A. S. de Bustamante, Jr., entonces Secretario de la Realty Company, se encargó de re­dactar los documentos pertinentes a la consti­tución de la sociedad, los de la compra de la finca y de otros preliminares.
Durante la vida del Club, sus problemas legales, asi como los convenios para la adquisición de las acciones que se han mencionado, la prórroga de la hipoteca, los asuntos entre el Club y los Gobiernos central y municipal respecto a la aplicación e interpretación de las leyes de impuestos y del trabajo y muchísimas otras cosas, incluyendo las comparecencias ocasionales ante los tribunales, han sido siempre atendidos de manera muy eficaz y gratuitamente por el Dr. Julio Batista, quien ha sido miembro valioso de la Junta Directiva du­rante muchos años.


EDIFICIO DEL CLUB Y OTRAS CONSTRUCCIONES

Edificio Principal
El primer edificio principal de la Finca Lola era de dos pisos, y estaba construido de mampostería y ladrillos. Lo único que queda de él es una parte del muro exterior que dá sobre la calzada de la en­trada. Un arquitecto americano que por aquella época residió en la Habana, de apellido Newton, dibujó los planos para la reconstrucción de la casa del Club; pero no se conserva el proyecto original, y las modificaciones realizadas desde entonces en el edificio lo han cambiado por completo. Se unen a esta historia los planos del edificio tal como existía en 1915 y en 1930.


Comedor
El comedor original estaba en la vieja sala exagonal del segundo piso, trans­formada en la actualidad en tres apartamentos, y el primer baile que dio el Club se celebró en la galería de la parte superior, que posteriormente se destinó a habitaciones. Más tarde el restaurant general fue trasladado a la sala exagonal del piso bajo y, para aumentar su capacidad, se edificó después una extensión que da al fairway 18.

Cuarto de Taquillas y Café
El Café para ca­balleros estaba, en su origen, en el lugar que ahora ocupan la biblioteca y el cuarto de taquillas se encontraba dónde están actualmente el café y la cantina.
La construcción de la galería adicional que se levantó paralelamente al fairway 18 tuvo como consecuencia la transformación de estos dos lo­cales, haciendo posible dicha galería el aumento de las habitaciones en el segundo piso.

Terraza Exterior
Frente al edificio del Club, junto a la línea del portal, había un seto y después de él un terreno cubierto de césped. El muro primitivo que sostenía el césped que daba al fairway 18 seguía la misma línea que la parte final del portal del frente antiguo, donde está la plataforma de la orquesta. La palma que crece en la terraza quedaba fuera de ese muro. Poco a poco el muro y la terraza fueron agrandándose y de este modo el lugar para bailar al aire libre quedó tal como existe hoy.

Nuevo Cuarto de Taquillas
La necesidad de un cuarto de ta­quillas más amplio, y de más habitaciones, se hizo sentir con el aumento del número de socios, y se levantó la sólida estructura de lo que es hoy el fondo del Club con recursos propios de la Insti­tución, con el resultado de donaciones y otros fondos procedentes de la venta de $40,000.00 en acciones preferidas con privilegio de arriendo, sujeto este último a ciertas condiciones, a cargo del arrendador, relativas a los gastos de conser­vación, etc. Estos derechos de arriendo los ha ido redimiendo gradualmente el Club y, de nueve que eran antes, sólo restan cuatro.

Cocina
El servicio de cocina, reducido en su principio, ha crecido y se ha per­feccionado hasta ser, como lo es hoy, uno com­pleto y moderno, con departamento de refrigera­ción provisto de todo lo necesario. Con el equipo adicional de porcelana inglesa, plata, etc., el Club está en condiciones de servir a mil personas.

Daños del Ciclón
El Ciclón de 1926 produjo al­gunos daños en el frente del edificio. Aquel mismo ciclón arrancó de cuajo casi todos los árboles que bordean la calzada de la en­trada desde su comienzo hasta el edificio, per­diéndose también, por desgracia, un hermoso laurel español. Los demás árboles fueron plantados de nuevo y lucen en todo su esplendor. Setenta árboles que se encontraban en los campos de golf se destruyeron totalmente. Pero la pérdida más sentida fue la de un grupo bellísimo de palmeras que estaba en el quinto fairway. El costo total de los trabajos de reparación ascendió a $41,600.00, obtenidos mediante una cuota extraordinaria y suscripciones voluntarias.

Habitaciones
El Club tiene a disposición de sus miembros 31 habitaciones. Al­gunas se agrupan en apartamentos y casi todas tienen baños privados y muebles adecuados y cómodos. Pueden utilizarse durante todo el año. En los años 1929-30 los ocuparon 432 socios y sus huéspedes.

Bungalow
Cuando se adquirió la propiedad, las dependencias de la antigua Finca Lola consistían en una casita de dos cuartos para los sirvientes, sita en el lugar donde ahora está el llamado bungalow. Casi junto a él había un pozo de 40 pies de profundidad con un motor que extraía pequeñas cantidades de agua de pobre calidad para el consumo de la antigua casa. También había un viejo establo cerca de la casa, que, por supuesto, pronto desapareció. El bunga­low lo ocupaban el greenkeeper, Clarke, quien les preparaba comidas ligeras a los primeros juga­dores de golf. Los caddies estaban alojados en la vecindad. Este sistema no dio buen resultado y los caddies se instalaron en la casa que está frente a la entrada de la propiedad, donde aún con­tinúan.

El nuevo edificio en este sitio, antes aloja­miento de Clarke, se fue agrandando. Al principio el edificio se componía de media docena de habi­taciones con el portal que da a los campos de golf. Durante varios años la casa la ocuparon el Dr. Clemente Vázquez Bello y su esposa. Después hubo distintos arrendatarios y, por último, la ocupo el Presidente del Club, la mejoró a sus expensas y la tomó en arrendamiento mediante pago de una renta. Más tarde se le agregó la parte occidental con fondos adelantados por la Frederick Snare Corporation, dando esto origen a que se otorgara un nuevo contrato de arrendamiento, estipulándose en el mismo, tal como ya estaba convenido, que los fondos adelantados se pagarían con el producto de las rentas. Con el transcurso del tiempo se le agregó un segundo piso, ocupado ahora por el Presidente, y la antigua parte de la planta baja se convirtió en local para las señoras.
 

 

Local para las Damas
Hasta hace poco las señoras tenían su Cuarto de Taquillas, sus duchas, etc., en el edificio prin­cipal (véase el plano antiguo), pero esto ofrecía muy pocas comodidades. Ahora disfrutan de un local mucho más amplio, de suficiente cantidad de taquillas, duchas, salas, de una galería exclusiva­mente para ellas y de un jardín.

Taller del Greenkeeper
En el lugar que se halla al lado del cuarto tee se encuentran los locales del greenkeeper, con espacios para guardar equipos y accesorios, tienda de máquinas y herrería, y con una casa cómoda para su uso personal y con habitaciones para algunos de sus empleados.
Al fondo del edificio del Club se levanta un anexo espacioso en el que están instaladas las habitaciones del Administrador, cuartos para sirvientes, un garage, etc.

Jardín
En 1934 el Sr. Luis Estrada y su esposa donaron al Club una fuente para pájaros, que se instaló en el jardín del Club, en memoria de Tom Percival Mason, que durante muchos años fue no sólo Tesorero del Club, sino miembro de su Directiva y, por algún tiempo, Presidente del Comité de la Casa. Al principio, donde ahora está el jardín había dos terrenos de tennis, y cuando fueron trasladados al lugar que ocupan actualmente, el Sr. Mason hizo del cuidado del jardín su preocupación principal. Mr. Mason murió en 1933, y el Sr. Estrada y su esposa quisie­ron regalarle al Club algo en memoria suya, con ese resultado tan práctico y agradable para la Institución.


SOCIOS DEL CLUB        

Socios
Según se ha dicho, los sajones residentes de la Habana fueron los promotores de la Institución, habiendo sido la construcción de un campo de golf la idea que les sirvió de base. Fue este un punto de capital importancia en aquella época, porque esas personas tenían, en su mayor parte, muy pocos lugares de esparcimiento en la ciudad de la Habana, pues aparte de con­currir a determinados lugares en el centro de la población, a los cafés, etc., tenían muy pocas dis­tracciones. Aun no habían surgido los cines; los teatros ofrecían poco interés; no había deportes, y se sentía una verdadera necesidad de preocuparse por ese elemento de la población.

Desarrollo
Naturalmente, se dio por hecho que los cubanos ingresarían también en el Club una vez que los campos de golf estuviesen preparados y obtuvieran algunos conocimientos del juego de golf, muy apropiado por cierto para un clima semejante al de Cuba, por no exigir esfuerzos violentos.
El resultado, por supuesto, fue superior al que se esperaba, y el Club no sólo ofrece ahora las facilidades del juego de golf, sino también los de tennis, squash, piscina y otras actividades sociales, de las cuales cada socio puede elegir la que más le plazca. Es, además, una Asociación donde los familiares de ambos sexos pueden reunirse y hallar algo agradable en que entretenerse. Las facilidades deportivas y sociales que ofrece, hacen que en el Club reine, como bien se dice, un ver­dadero ambiente de "hogar”.
Los que conocieron a Cuba hace 25 años com­prenden que su creación ha tenido un efecto no­table en la vida social, no sólo de los elementos de habla inglesa, sino de los cubanos también, y ha desempeñado una patriótica y valiosa propaganda, permitiendo que los socios puedan llevar allí a los viajeros distinguidos que visitan la Habana.

Orígenes
La perspectiva de poder llegar a jugar golf fue el mayor aliciente en el au­mento de socios, y una vez que se terminaron los tres primeros hoyos se enviaron invitaciones a muchos residentes, especialmente a los de la Habana, y a los que no conocían el juego, para que visitasen los campos y lo practicasen a fin de que se familiarizaran con él. La idea tuvo éxito y se adicionaron nuevos hoyos y cuando, al fin, se prepararon los campos para los 18 hoyos, ya concurría un número considerable de personas, varias señoras entre ellas, que jugaban con regularidad y que gradualmente adquirían gran destreza en el juego.
Resultados En los primeros días del Club, era curioso observar los efectos en al­gunas de las costumbres sociales de la Habana, especialmente entre los cubanos. Se consideraba impropio que una joven de familia fuese al Club y jugase sin chaperone, y eran los tiempos en que las damas usaban velos para protegerse de los rayos solares, pero todo esto desapareció con el tiempo. Las jóvenes ya no necesitan ir chaperoneadas y entran y salen del Club con entera liber­tad; juegan frecuentemente al golf, en el que han adquirido una gran habilidad, y disfrutan libre­mente de todas las facilidades del Club.
En los antiguos tiempos, los sábados y los domingos, a pesar de las difíciles condiciones de aquella época, fueron de lo más laboriosos. El Greenkeeper Clark y su esposa acostumbraban a preparar un lunch de jamón con huevos para los que permanecían jugando todo el día.
Ha sido en extremo interesante observar el progreso del crecimiento de los socios, la con­templación del efecto entre ellos de ese recreo sano y saludable y el ejemplo que constituía para otros clubs semejantes que iban surgiendo en la Habana y en otros lugares de Cuba.

Comité de Señoras
Estas circunstancias die­ron origen al Comité de Señoras, cuya misión no quedó reducida a intere­sarse en la forma de amueblar la casa social, sino que se extendió a procurar el confort de las damas, a dirigir los torneos de golf, bridge, natación, etc. En la actualidad constituye un elemento muy activo y, en el "Día de Señoras”, todos los hombres les dan la preferencia en todas las facilidades del Club.

Crecimiento
Es interesante, no sólo desde el punto de vista del Club, sino como muestra de las condiciones económicas que han prevalecido durante los años de su existencia, estudiar la lista de socios en los 22 años que corren desde 1913 hasta 1934, ambos inclusive. A con­tinuación se inserta un cuadro demostrativo de los progresos realizados, en el que puede verse que desde 1913 hasta 1928 el número de socios aumentó, de 384 que eran en los comienzos, a 1504, sin que hubiera ningún descenso en esos años. Sin embargo, desde 1928 a 1935 se inició una disminución constante, debido exclusiva­mente a las condiciones económicas que en Cuba, como en el resto del mundo, se hacían sentir, afectando también posteriormente a los miembros no residentes. Al mejorar otra vez el país, la lista de socios está creciendo por la admisión de otros nuevos y por el registro de los antiguos.
En este campo inexplorado-que constituye un ensayo sin precedente en Cuba-y con una propiedad incompleta, era natural que el ingreso descansase, parcialmente, en la fé, en el éxito futuro de la empresa. Como se ha dicho, el capital social de la Realty Company fue la primera fuente de dinero para el desarrollo de la propiedad y, como aliciente para atraer socios, se acordó que los que adquiriesen una o más acciones tendrían derecho a ingresar como socios sin el abono de los derechos de admisión. Este programa produjo más de cien socios.
Las cuotas señaladas para los residentes y los diplomáticos ascendían, al principio, a $72.00, aumentándose a $96.00 en Noviembre de 1918, a $114.00 en 1921 y, por último, a $120.00 en 1922. Los derechos de los socios no residentes, menores y asociados se elevaron de $36.00 a $48.00 en Noviembre 10 de 1921.


 El río, que corre paralelo al séptimo fairway, queda por completo dentro de los límites de la propiedad, marcado por monumentos en el lado Norte. Mediante un acuerdo se ha permitido a la Compañía del Country Club Park extender por el lado de la propiedad de esa Compañía una calle hasta el borde del río, a cambio de una esquina de su propiedad que ocupa hoy el séptimo tee.

La línea del antiguo camino real que va desde la esquina noroeste de la propiedad hasta la Calzada de Marianao, se marcó de acuerdo con el dueño de la propiedad colindante, sirviendo esto para ensanchar el fairway No. 8.

El río tortuoso que corre a través de los campos ofrece una aventura en 8 de los hoyos. Dos de estos corresponden a los de salida y seis a los de regreso. En tiempos normales no es difícil cruzar el río con el drive desde el tee. El terreno de los fairways es excelente y la bondad de los greens ya se anotó en los párrafos anteriores.

 La superficie señalada para el juego en el diseño de los links no es muy amplia a causa de la forma peculiar del terreno. Además, las líneas divisorias y las paredes quedan al alcance de los jugadores y se ha tenido mucho cuidado en la colocación de los obstáculos y de los bunkers a fin de poder encontrar las bolas fácilmente y de disminuir los tiros "out of bounds”, manteniendo sin embargo los obstáculos de un modo perfectamente justos tanto para los buenos jugadores como para los menos expertos.

Experto de la U. S. G. A.
Kenneth Welton, experto de la Green Section de la United States Golf Association y el Dr. Piper, fallecido ya hace algunos años, visitaron nuestros greens en varias ocasiones. Tanto ellos como la Sección referida han sido pródigos en sus consejos, análisis de las yerbas, abonos, etc.
El Sr. Welton rindió en 1933 un informe de los links, que reproduzco a continuación:
"El terreno muestra el resultado de la atención cuidadosa de los detalles y a pesar de la falta de lluvias recientes se encuentra en excelentes con­diciones. Los fairways están bien rellenados y resulta la excepción, más que la regla, el quedar la bola en una posición desfavorable. La parte no cultivada está bien cuidada y limpia, de modo que es raro que una bola se pierda, lo que hace que se emplee poco tiempo en buscar pelotas fuera del fairway. Me parece que la arquitectura del terreno es un factor importante, que hace el juego agradable tanto para los buenos como para los malos jugadores, y que ayuda a hacer más rápido el juego. No se exigen penalidades indebidamente severas y, sin embargo, el jugador indiferente no puede esperar hacer ningún hoyo en par. Un tiro malo requiere siempre uno bueno para recuperar la distancia perdida, si uno desea llegar al green faltándole un putt para hacer par. A pesar de que el terreno es bastante justo para el jugador en los 90, el buen jugador tiene sin embargo muchas oportunidades de verse recompensado en un tiro largo y preciso.
"Una de las cosas más notables del terreno es su paisaje. Los árboles y arbustos están colocados aislados o en grupos, a fin de darle una variedad agradable a cada hoyo y de producir una impresión general de belleza natural.
"Se advierten los problemas difíciles del desagüe, pero parecen haber sido resueltos en forma tal que no estropean el terreno con medidas artificiales. Donde ha habido que subir los greens, se han mantenido los declives razonables y no puede decirse que sean excesivos. Estas eleva­ciones se han fundido hábilmente con la topo­grafía general y encajan en el paisaje de una manera espontánea.


“Putting Greens
Los greens y las aproxi­maciones se han colocado y calculado de modo que se requiera una gran variedad de tiros para llegar a los greens, im­primiéndole gran interés a la marcha del juego. Las aproches están bien lisas y no ocasionan falsos rebotes debidos a un césped pobre, desigual o accidentado."
Conviene describir los campos desde el punto de vista del golf. La diferencia de altura entre ellos no excede de 50 pies. Por eso no hay subidas fuertes, pero, sin embargo, apenas existe una calle llana en los campos, porque el terreno tiene una suave ondulación. Tampoco hay distancias ex­cesivas entre los putting greens y los próximos tees. Hay cinco hoyos de un solo tiro, alabados todos tanto por los jugadores locales como por los visitantes, y cada uno tiene una configuración en­teramente distinta. Son el No. 3, de 155 yardas; el No. 9, de 200 yardas; el No. 11—del cual se acompaña una fotografía—de 175 yardas; el No. 13, de 133 yardas y el No. 16 de 200 yardas. Todos son de par 3. El par total es de 37 para los hoyos de salida y 35 para los de regreso, o sea 72 en total. La distancia de los nueve primeros hoyos es de 3,255 yardas y la de los 9 segundos de 3,045, sumando 6,300 yardas.
El record oficial del Club es el del profesional Johnny Farrell hecho en 1926: 34 tiros de salida y 36 de regreso; en total, 70. El record de Amateur fue el de Antonio Carrillo, hijo, en 1930: 38 de salida y 32 de regreso; en total, 70. Estos records fueron hechos en eventos del Club.

Vistas
Es hermosísimo el panorama que se con­templa desde los campos, especialmente desde la meseta del quinto green, la más elevada de todas. Desde allí puede divisarse la inmensidad del Golfo de México, con la vecina población de Marianao. A un lado está el Campamento de Columbia, Cuartel General del Ejército, y, per­diéndose en la distancia, los suburbios de la ciudad de la Habana.
Los jugadores han hecho constar en distintas ocasiones que una de las ventajas del Club es que, en casi todos los campos, desde los tees se puede abarcar la extensión del fairway. Por eso nunca se tira la bola a ciegas. Los fairways son bastante amplios y, como casi todos rodean el edificio del Club, su acceso es siempre fácil. Los tees No. 1 y No. 10, por ejemplo, quedan en los costados del edificio.

Competencias de Golf
Desde la inauguración de los links en 1912, se han celebrado competencias anuales. El aconteci­miento de mayor importancia es el Campeonato de Amateurs de Cuba, que se celebra en el mes de Febrero y en el que pueden competir miembros de otras asociaciones.

Walter J. Travis, el primer ciudadano ameri­cano que obtuvo el campeonato británico, ganó el campeonato de Cuba en 1913 y 1914. En el cuadro que se acompaña se señalan a los ganadores durante veinticuatro años y además los que se han anotado el campeonato del Club durante ese período.

El primer jugador cubano que obtuvo el Cam­peonato de Cuba fue Antonio Carrillo, Jr., en 1927, y tres veces después volvió a ganarlo.

El primer cubano que ganó el campeonato del Club fue Guillermo F. de Zaldo, Jr., en 1923.

Además de la Copa de la Directiva, de la Com­petencia Mensual de Cucharas, foursomes mixtos, handicaps en días de fiestas y acontecimientos especiales para las damas en los días de las Señoras, se celebran competencias anuales por las copas donadas por J. Z. Horter, Frederick Snare, Mark A. Pollack y por el Dr. Teodoro Johnson.

También se celebra en el mes de Diciembre de cada año el Torneo de Rojos y Azules. Participan en él todos los socios que juegan golf, y los que pierden abonan la comida y el costo de la fiesta que se da a continuación.

La Copa Orr
De los otros torneos que tienen lugar en el Club, el más notable se instituyó por la Copa en memoria de Robert Orr, que fue el primer Vicepresidente de la institución, miembro de su Junta Directiva y un ardiente man­tenedor del Club. Después de 16 años se suprimió el torneo y, para sustituirlo, se gravó una placa de bronce, en la que se incrustó la Copa original y en la que se gravó la lista de los vencedores y de los runners-up y unas frases explicativas.

Profesionales
En los 25 años de existencia de la Institución la han visitado y han dado exhibiciones, a invitación de la Directiva, los siguientes profesionales:
M. Brady, John Farrell, Bobby Cruikshank , T. McNamara,  McDonald Smith, Gene Sarazen, James Barnes, Archie Compston, Jos. Kirkwood

 


Comentarios
Varias revistas dedicadas espe­cialmente al golf han hecho de nuestros terrenos de golf los mejores elogios, en artículos de escritores que nos han visitado y que, por lo tanto, conocen nuestros campos. En reali­dad, el Country Club de la Habana es conocido favorablemente en ambos lados del Atlántico y en el mundo del Golf.

La revista American Golfer se ha referido a nuestro Club como sigue:

"El Club, emplazado en un puro ambiente tro­pical, es un lugar de singular belleza. A la par que una espléndida prueba de habilidad, el jugar golf en sus terrenos es un verdadero placer, siendo, probablemente, los links de golf y el Club más her­mosos que pueden encontrarse en el mundo."

Condiciones
Se puede jugar en los terrenos de golf durante todo el año e inclu­sive en la época de las lluvias el juego sólo se inte­rrumpe por breves momentos. La temporada más activa es en el invierno, cuando vienen a Cuba los turistas.

 

ACTIVIDADES SOCIALES:

Facilidades

Hemos visto que el juego de golf dio origen a la idea de organizar un country club. La colocación de los terrenos de golf, el desarrollo de los greens, etc., necesitaron tiempo, estudio y dinero en los primeros días. Todo era nuevo; constituía el primer ensayo en Cuba. A pesar de todos esos problemas, se atendió cuidadosamente, al propio tiempo, la parte social de la Institución. Las facilidades eran pocas y pequeño el número de socios. La parte superior del edificio, sobre el salón principal y galería del frente, se usaba en aquella época para las fiestas, que entonces no podían ostentosamente llamarse bailes. En esas ocasiones las comidas se servían en el local que está sobre lo que es hoy el salón de baile del piso bajo.

Los Tés de los Domingos

Los tés bailables do­minicales constitu­yeron una innovación desde sus comienzos y aún continúan teniendo éxito, por ser una de las fun­ciones sociales más importantes y de mayor relieve que ofrece la Institución. Los bailes se celebraban anteriormente en el salón exagonal y se extendían basta el hall principal. La orquesta se colocaba en un balcón saliente.

Terraza
La construcción de la terraza que está frente al edificio del Club fue motivada por el aumento del número de socios y de la popu­laridad de los tés y de los bailes. Fue ensanchán­dose a medida que las necesidades lo exigían, hasta llegar al tamaño espacioso que tiene en la actuali­dad. Es un lugar preferido y atractivo no sólo du­rante las fiestas sociales, sino en los días corrientes, porque desde las mesas pueden contemplarse los campos de golf y sus alrededores.

 


El Baile Rojo

El Club instituyó en sus primeros tiempos un baile anual: El Baile Rojo. Se verificaba generalmente en Marzo. Así se fueron ideando las iluminaciones y ornamenta­ciones para las fiestas especiales que se dan frente al edificio social.

Una de las fiestas anuales es el baile de año nuevo. Hace dos años se le sirvió allí comida a 1018 personas. Sin embargo, este baile fue un acontecimiento extraordinario, pues por lo general la concurrencia no llega a tan crecido número.

Ese baile ha sido, desde su inauguración, una de las atracciones anuales del Club.

Durante muchos años, al día siguiente del Baile Rojo se celebraba una fiesta para los hijos de los socios del Club, aprovechando los adornos del anterior. Los niños concurrían en trajes de disfraz y se repartían entre ellos distintos premios. El Baile Rojo se sustituyó por el baile mensual y se suprimió la fiesta de los niños porque con el aumento de socios y la gran cantidad de niños asistentes, el Club no podía ofrecer un lugar ade­cuado para estos y sus acompañantes. El hecho es que el Club no tiene realmente facilidades para los niños ni para su entretenimiento.

Baile Mensual
Los bailes mensuales sustitu­yeron el Baile Rojo y son muy populares. Con muy pocas interrupciones, se han verificado con entusiasmo, inclusive en los tiempos de difícil situación política y económica.

Bar Exterior
Fue de una comodidad inapre­ciable la instalación de una cantina al aire libre para las fiestas nocturnas. El cli­ma de Cuba es excelente para comer y bailar al aire libre, y rara vez el mal tiempo lo ha impedido. Son también muy apetecidas las cenas que se sirven en los bailes mensuales, y en ocasiones han participado de ellas hasta quinientas personas.

La comida de San Andrés
 Hace doce años la St. Andrews Society solicitó se le permitiera celebrar en el Club su comida anual de San Andrés, que tiene lugar el 30 de Noviembre en todas partes del mundo donde hay escoceses. Se creyó muy apropiado mostrarle hospitalidad a la sociedad escocesa y se la autorizó para que celebrara su fiesta anual a la sombra del primer tee del campo de golf, como recuerdo de su juego nacional. La comida fue un gran éxito. A veces, han concurrido más de 200 personas entre súbditos británicos y nacionales de otros países.

Fiestas Particulares
En los salones del Club, por autorización de la Junta Directiva, se han dado numerosas fiestas especiales, tales como homenajes a diplomáticos, delegaciones y sociedades extranjeras, oficiales de barcos de guerra extranjeros de paso por la Habana, etc. Entre ellas se recuerdan el banquete ofrecido por el Gobierno de Cuba a los Delegados de la Conferencia Panamericana de 1924; el dado por la Embajada de México en 1925; la ofrecida a los Investment Bankers de los Estados Unidos en 1925 y la dada en honor del Presidente y de los Miembros de la Directiva de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en 1927.

Victrola
Hace años se pensó que la adquisición de una Victrola tipo "Auditorium”, que entonces la Compañía Victor acababa de lanzar al mercado, le daría al Club mayores atrac­tivos si se instalara para servicio exterior. Se compró una que, además de usarse a veces para bailar, ofrece música clásica con frecuencia.

Juegos de Cartas
En los tres a cuatros últimos años, el Club ha sido un centro favorito para el bridge y otros juegos de cartas. Todos los días asiste una gran concurrencia a los juegos y, de vez en cuando, se celebran torneos.


Tipo de fichas usadas por el club para dichos juegos de cartas


Generalidades
En su origen, la asociación es­taba integrada, en su mayor parte, por miembros residentes de habla inglesa y extranjera. Los miembros residentes en la Habana, aunque generosos en su apoyo a la Institución, eran pequeños en número, y otras personas de nacionalidad cubana que reunían condiciones para ingresar, observaban expectante su desarrollo. Una vez que se convencieron de que el Club iba in­troduciendo un factor nuevo y deseable para los habitantes y los turistas de la Habana, los socios aumentaron rápidamente y fueron creándose las comodidades de hoy, pensando en el crecimiento de la Asociación y en las nuevas necesidades que habrían de surgir. Este Club y estas actividades sociales, además de los juegos de golf y de tennis, introdujeron un nuevo aliciente en la vida social de Cuba, especialmente en el elemento joven. Al principio las muchachas que lo frecuentaban para jugar al golf, al tennis o para bailar, concurrían acompañadas de chaperones, tal como se acostum­bra entre los latinos. Pero muy pronto compren­dieron que esto no era necesario, porque el am­biente que allí reinaba era "de hogar”. Esa es acaso la característica más saliente de la In­stitución, comentada favorablemente por todo el mundo. Satisface ver hoy cómo la juventud de ambos sexos se divierte con los juegos y las atrac­ciones que la Institución ofrece. La Junta Direc­tiva ha querido mantener siempre un espíritu refinado en la vida social del Club y, a pesar de las difíciles circunstancias con que se tropezó durante el año pasado, la institución ha conservado in­cólume su prestigio.

 


*****

Hasta aquí la transcripción del folleto en cuestión que deseamos haya servido de ayuda a los interesados en el tema del golf en Cuba. Gracias a ella hemos podido conocer con detalles la historia de los primeros 25 años de este club. A la larga sumarian estos la primera mitad de su existencia pues a inicios de los sesenta, con la llegada del  Gobierno Revolucionario dejó de existir como tal.

Refiriéndonos ahora a las imágenes de la colección que incluiremos en la galería adjunta las dividiremos en varios grupos caracterizados por los siguientes prefijos:

A-Variadas que muestran las diferentes instalaciones del club, vistas generales, mapas, visitas históricas, etc.

B-Las que contienen tomas de los terrenos con los jugadores en acción y el público que los sigue.

C-Las que muestran jugadores en solitario tanto jugando como posando en momentos determinados.

D-Las que muestran grupos de jugadores posando al inicio de los torneos.

E-Las tomas de algunas de las actividades del club tales como premiaciones, cenas, reuniones, etc.

F...H-Tarjetas postales emitidas en diferentes épocas del club con vistas de sus terrenos, instalaciones y actividades.

Un problema grande es que la mayoría de las fotos que veremos no contienen al dorso una fecha o escritos que detallen su contenido. Usualmente el Club emitió publicaciones dedicadas a los torneos más importantes donde hemos podido encontrar alguna información e identificar unos pocos de los personajes y jugadores que veremos.

Pero en general tendremos que incluir las imágenes sin la descripción necesaria dejando en manos de nuestros visitantes la tarea de identificar a los presentes. Estamos seguros que muchos son bien conocidos pues eran figuras importantes de la burguesía criolla y del mundo del golf de por entonces.

Deseando que la muestra resulte de su agrado le invitamos a revisar la galería adjunta que cuenta con la siguiente relación de imágenes:

No.----Descripción

A-01----Foto con una vista aérea del “Country Club de la Habana”

A-02----Foto: Avenida de entrada al reparto “Country Club”

A-03----Foto: Una de las mansiones del reparto “Country Club”

A-04----Foto: Vista trasera del edificio principal del “Country & Golf Club” de la Habana

A-05----Foto: Vista lateral del edificio principal del “Country & Golf Club” de la Habana

A-06----Foto: Grupo de jugadores de visita en el “Country & Golf Club” de la Habana

A-11----Mapa con vista de los terrenos y recorridos del “Country Club” de la Habana

A-12----Vista panorámica del “Country Club” de la Habana tomada desde elevación cercana

A-13----Vista de la casa Quinta domicilio del Habana Country Club

A-14----Vista de los terrenos del Habana Country Club

B-01----Foto No. 1 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-02----Foto No. 2 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-03----Foto No. 3 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-04----Foto No. 4 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-05----Foto No. 5 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-06----Foto No. 6 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-07----Foto No. 7 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-08----Foto No. 8 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-09----Foto No. 9 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-10----Foto No. 10 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-11----Foto No. 11 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-12----Foto No. 12 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-13----Foto No. 13 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-14----Foto No. 14 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-15----Foto No. 15 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-16----Foto No. 16 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-17----Foto No. 17 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-18----Foto No. 18 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-19----Foto No. 19 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-20----Foto No. 20 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-21----Foto No. 21 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-22----Foto No. 22 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-23------Foto No. 23 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-24----Foto No. 24 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-25----Foto No. 25 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-26----Foto No. 26 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-27----Foto No. 27 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-28----Foto No. 28 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-29----Foto No. 29 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-30----Foto No. 30 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-31----Foto No. 31 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-32----Foto No. 32 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-33----Foto No. 33 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-34----Foto No. 34 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-35----Foto No. 35 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

B-36----Foto No. 36 de Jugadores en los terrenos del “Country Club de la Habana”

C-01----Foto No. 1 de Jugadores en el “Country Club de la Habana” (Chick Harbert)

C-02----Foto No. 2 de Jugadores en el “Country Club de la Habana” (Ed Furgol)

C-03----Foto No. 3 de Jugadores en el “Country Club de la Habana” (Fred Haas Jr.)

C-04----Foto No. 4 de Jugadores en el “Country Club de la Habana” (Guillermo de Zaldo)

C-05----Foto No. 5 de Jugadores en el “Country Club de la Habana” (Joaquin Pardo)

C-06----Foto No. 6 de Jugadores en el “Country Club de la Habana” (Peter Johnson)

C-07----Foto No. 7 de Jugadores en el “Country Club de la Habana” (Juanillo Montalvo)

C-08----Foto No. 8 de Jugadores en el “Country Club de la Habana”

C-09----Foto No. 9 de Jugadores en el “Country Club de la Habana”

C-10----Foto No. 10 de Jugadores en el “Country Club de la Habana”

C-11----Foto No. 11 de Jugadores en el “Country Club de la Habana”(Pedro Menocal)

C-12----Foto No. 12 de Jugadores en el “Country Club de la Habana”

C-13----Foto No. 13 de Jugadores en el “Country Club de la Habana”

C-14----Foto No. 14 de Jugadores en el “Country Club de la Habana”(Sam Snead)

C-15----Foto No. 15 de Jugadores en el “Country Club de la Habana” (Jojnny Palmer)

C-16----Foto No. 16 de Jugadores en el “Country Club de la Habana”(Mike Souchak)

D-01----Foto No. 1 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (derecha: Tina Sarra)

D-02----Foto No. 2 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-03----Foto No. 3 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-04----Foto No. 4 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-05----Foto No. 5 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-06----Foto No. 6 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-07----Foto No. 7 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-08----Foto No. 8 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-09----Foto No. 9 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-10----Foto No. 10 de Grupos de jugadores en el  “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-11----Foto No. 11 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-12----Foto No. 12 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-13----Foto No. 13 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-14----Foto No. 14 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-15----Foto No. 15 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-16----Foto No. 16 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-17----Foto No. 17 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-18----Foto No. 18 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-19----Foto No. 19 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-20----Foto No. 20 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-21----Foto No. 21 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana”(aparece Bob Toski)

D-22----Foto No. 22 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-23----Foto No. 23 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (derecha Pedro G.Menocal)

D-24----Foto No. 24 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-25----Foto No. 25 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-26----Foto No. 26 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-27----Foto No. 27 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-28----Foto No. 28 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-29----Foto No. 29 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-30----Foto No. 30 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-31----Foto No. 31 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (derecha: Dr. Raul de Armas)

D-32----Foto No. 32 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-33----Foto No. 33 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-34----Foto No. 34 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-35----Foto No. 35 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-36----Foto No. 36 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-37----Foto No. 37 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-38----Foto No. 38 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-39----Foto No. 39 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-40----Foto No. 40 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-41----Foto No. 41 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-42----Foto No. 42 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-43----Foto No. 43 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-44----Foto No. 44 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-45----Foto No. 45 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-46----Foto No. 46 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-47----Foto No. 47 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-48----Foto No. 48 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-49----Foto No. 49 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-50----Foto No. 50 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-51----Foto No. 51 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-52----Foto No. 52 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (centro: Chick Harbert)

D-53----Foto No. 53 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-54----Foto No. 54 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-55----Foto No. 55 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-56----Foto No. 56 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-57----Foto No. 57 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-58----Foto No. 58 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-59----Foto No. 59 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-60----Foto No. 60 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-61----Foto No. 61 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-62----Foto No. 62 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-63----Foto No. 63 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-64----Foto No. 64 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-65----Foto No. 65 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (centro: Ed Furgol))

D-66----Foto No. 66 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-67----Foto No. 67 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-68----Foto No. 68 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-69----Foto No. 69 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-70----Foto No. 70 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-71----Foto No. 71 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-72----Foto No. 72 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-73----Foto No. 73 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (centro: Mike Souchak)

D-74----Foto No. 74 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-75----Foto No. 75 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (Jack Cendoya, Livia Garcia)

D-76----Foto No. 76 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-77----Foto No. 77 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-78----Foto No. 78 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-79----Foto No. 79 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (pendiente su identificación)

D-80----Foto No. 80 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (aparece Dutch Harrison)

D-81----Foto No. 81 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (centro: Ed Furgol; derecha: Guillermo Halley)

D-82----Foto No. 82 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (centro: Fred Haas Jr. Izquierda: Enrique G. Mendoza)

D-83----Foto No. 83 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (centro: Fred Haas Jr.)

D-84----Foto No. 84 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (derecha: Jack Cendoya)

D-85----Foto No. 85 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (centro: Chick Harbert)

D-86----Foto No. 86 de Grupos de jugadores en el “Country Club de la Habana” (izquierda: Dr. Raul de Armas y Al Besselink)

E-01----Foto No. 1 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Premiación frente a Tablas de Resultados)

E-02----Foto No. 2 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Entrega de un trofeo)

E-03----Foto No. 3 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Almuerzo y entrega de un premio)

E-04----Foto No. 4 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Premiación al aire libre)

E-05----Foto No. 5 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Equipo del Noticiario)

E-06----Foto No. 6 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Entrega de premios)

E-07----Foto No. 7 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Gala)

E-08----Foto No. 8 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Entrega de premios)

E-09----Foto No. 9 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Examinando un trofeo)

E-10----Foto No. 10 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Revisando el programa de un torneo)

E-11----Foto No. 11 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Entrega de premios, aparece Tina Sarra)

E-12----Foto No. 12 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Entrega de Premios)

E-13----Foto No. 13 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Apertura de Evento)

E-14----Foto No. 14 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Publicación de Tablas de Puntuaciones)

E-15----Foto No. 15 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Publicación de Tablas de Puntuaciones)

E-16----Foto No. 16 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Sorteo de Parejas)

E-17----Foto No. 17 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Grupo de participantes en torneo)

E-18----Foto No. 18 de Actividades y escenas en el “Country Club de la Habana” (Entrega de Premios)

F-01----Edificio del Country Club, Habana

F-02----Contry-Club. Marianao. Habana

F-03----Habana. Residencia en Country Club

F-04----Habana. Country Club Park

F-05----Habana. Avenida del Country Club

F-06----Habana. Avenida al Contry Club

F-07----Habana. Lago en el Country Club

F-08----Habana. Country Club

F-09----Habana. Residencia en el Country Club

F-10----(Sin título. Residencias del Country Club)

G-01----Country Club of Havana. Part of Links from Club House

G-02----Country Club of Havana. The Sentinels

G-03----Country Club of Havana. Swimming Pool

G-04----Country Club of Havana.  Palms at the 4th Green

G-05----Country Club of Havana. 4th Green

G-06----Country Club of Havana. Club House from 5th Fairway

G-07----Country Club of Havana. 6th Green and Fairway

G-08----Country Club of Havana. 7th Green from 8th Tee

G-09----Country Club of Havana. View from 7th Tee towards Green.

G-10----Country Club of Havana. 10th Green and Fairway.

G-11----Country Club of Havana. Part of Links from 10th Fairway

G-12----Country Club of Havana. 11th Hole

G-13----Country Club of Havana. Water Hazard Guarding 11th Green

G-14----Country Club of Havana. 12th and 13th Greens from 5th Green

G-15----Country Club of Havana. Water Hazard at 12th Green

G-16----Country Club of Havana. 13th Green

G-17----Country Club of Havana. Palms at the 14th Green

G-18----Country Club of Havana. 14th Fairway from Tee

G-19----Country Club of Havana. 14th Fairway

G-20----Country Club of Havana. Palms and Water Hazard. 14th Fairway

G-21----Country Club of Havana. 14th Fairway from Tee

G-22----Country Club of Havana. 12th Green from 14th Tee

G-23----Country Club of Havana. 17th Green from Club House

G-24----Country Club of Havana. Club House from 17th Fairway

G-25----Country Club of Havana. 18th Fairway, looking towards 17th Green

H-01----Habana. Lago del Country Club Park

H-02----Habana. Lago del Country Club Park

H-03----Habana. Country Club y Parque de Residencias

H-04----Habana. Country Club. Campos de Golf

H-05----Habana. Edificios y Campo de Golf en el Country Club

H-11----Parque del Country Club  Habana Cuba

H-12----Habana. Paisaje en el Country Club Park

H-13----Vista del Lago del Country Club

H-14----Country Club, Campos de Golf

H-15----Country Club

H-16----Country Club

H-17----Habana. Lago del Country Club Park

H-18----Una residencia privada en el Country Club Park, Habana, Cuba

H-19----Habana. Country Club y Campos de Golf

H-20----Country Club de La Habana, Habana, Cuba

H-21----Country Club de La Habana, Habana, Cuba

H-23----En el Country Club Park, Habana, Cuba

H-26----Habana. Lago del Country Club

H-27----Habana. Country Club

H-28----Residencia cubana. Habana

H-29----Vista del Lago. Country Club, Habana, Cuba.

H-31----Lago en el Country Club

H-32----Paisaje en el Country Club

H-33----(Imagen de campos de golf en el Country Club)