GALERIAS DE GRANDES MAESTROS DE LA GRAFICA CUBANA
(PAGINA EN CONSTRUCCION)
Pretendemos con esta sección ir creando muestras particulares dedicadas a cada uno de los grandes maestros de la gráfica cubana, que pretendemos se conviertan con el tiempo en algo así como los almacenes en la nube de las obras que estos nos legaron y que iremos enriqueciendo gradualmente a medida que las localicemos y logremos digitalizarlas. Sera un trabajo arduo pero confiamos en irlo completando con el paso de los años.
La grafica es amplia y abarcadora. Incluye ilustradores, caricaturistas, dibujantes, cartelistas, en fin una amplia gama de artistas tendrían que figurar en las páginas de esta sección.
Los ilustradores y caricaturistas
Mientras preparábamos las páginas de la Biblioteca Virtual nos fuimos percatando de la magnitud y trascendencia del legado grafico que nos dejaron nuestras antiguas publicaciones. Sin embargo, es una lástima que gran parte de este se haya ido perdiendo con el paso de los años.
Al respecto podemos decir que entre los diferentes tipos de publicaciones que lo albergan, a diferencia de libros y revistas, los periódicos y semanarios humorísticos constituyen el tesoro perdido de dicho legado. Mientras que los primeros, con sus atractivas portadas, buen papel, preparados con tiempo y revisados por editores cuidadosos terminaban generalmente en las bibliotecas, los segundos, con su carácter temporal y efímero, concebidos con la premura del día a día, papel de pobre calidad y la urgencia de vender sus tiradas para subsistir, tenían como destino final los rincones de los garajes o los basureros. Se pueden haber salvado unos pocos que encuadernados en grandes tomos guardaban en sus archivos las propias editoriales, pero dados los cambios que trajo la revolución muchos han desaparecido.
El caricaturista, ilustrador, humorista o como quiera que lo llamemos fue en definitiva un trabajador más de la rama de las artes gráficas, reconocido más bien como alguien cuya labor era dibujar para comer, no para la fama y el aplauso. Tal vez por ello es que su obra nunca se consideró como una manifestación artística de importancia y no aparece en museo alguno ni ha gozado del reconocimiento que merece.
Si hacemos una comparación entre pintura e ilustración en Cuba, podríamos decir que históricamente, el ilustrador cuando ha tomado el lápiz y llevado su obra al papel lo ha hecho para buscar su subsistencia mientras que el pintor cuando ha tomado el pincel y llevado su obra al lienzo lo ha hecho para buscar la posteridad.
Sin embargo, a pesar de todo ello, es innegable la calidad y la trascendencia de la obra de nuestros antiguos ilustradores. Cuando la contemplamos actualmente a la luz de las diferentes corrientes que han surgido dentro del campo de la caricatura y la ilustración artística no podemos menos que asombrarnos con su vigencia y la riqueza de su contenido Muchos de estos creadores fueron verdaderos precursores en cuanto al uso del dibujo obviando un texto explicativo del mensaje, a la concepción de un humorismo típicamente criollo, al despliegue de un tipo de caricatura muy particular, a la creación de personajes icónicos que se tornarían imprescindibles a la hora de revisar la historia de nuestro país.
Por todo ello nos hemos decidido a preparar esta sección que pretendemos consista en una extensa suma de galerías dedicadas a los ilustradores cubanos, agrupando los trabajos de cada uno en páginas que buscaran mostrar la mayor parte de sus obras del género independientemente de las diferentes publicaciones en que hayan aparecido.
Aspectos interesantes alrededor de este asunto es como varios de nuestros grandes pintores como Eduardo Abela, Hernández Cárdenas, Maribona, tienen a su haber una importante obra gráfica. También resultan imprescindibles los muchos personajes icónicos que se pasearon por las páginas de las viejas publicaciones cubanas si queremos recrear lo mejor de nuestra historia gráfica: Liborio, El Bobo, El Loquillo, El Hombre Siniestro, Las Criollitas, etc.
Aunque sucede que estos se confunden o mezclan a veces con los caricaturistas hay casos de grandes dibujantes que se distinguieron por las ilustraciones que hicieron para acompañar determinadas publicaciones o las propias portadas de estas. Este es el caso de Andrés García el gran ilustrador de las portadas de la revista Carteles o de Carlos Fernández que se destacó por el gusto con que ilustró cientos de artículos de la revista Bohemia y otras. Y es que a veces hay una línea muy fina entre ilustración y caricatura. Así vemos portadas de revistas que cuyas composiciones se podrían definir como ambas..
Mencionemos aquellos ilustradores que consideramos merecen figurar en las páginas de la extensa galería que ojala algún día lleguemos a conformar:
Rafael Blanco, Jaime Valls, Conrado Massaguer, Enrique García Cabrera, Rafael Lillo, José Cecilio Hernández Cárdenas, Sirio García Hernández, Andrés García, José Hurtado de Mendoza, René de la Nuez, Ramón Arroyo, Armando Maribona, Francisco Vergara, Juan David Posada, Alfonso Salcines, Adolfo Galindo, Silvio Fontanills, Francisco Riverón, Francisco Barsó, José Manuel Roseñada, Arsenio Vidopia, Carlos M. Pierra, Mario Kuchilan, Carlos Fernández, Luis Falbello, Salomón Ferrufino, y muchos más que estamos seguro irán apareciendo a medida que sigamos revisando las paginas de nuestras viejas publicaciones.
Los Cartelistas
El caso de nuestros cartelistas es otro que merece atención. Harto conocida es la importancia del cartel cubano que ha llegado a tener gran connotación internacional y reconocimiento a nivel mundial. Sin embargo su auge devino a partir de las primeras décadas de la revolución cubana. Anteriormente aunque existió el cartel fue más bien comercial o de propaganda a eventos y fechas. De él se ocuparon casi todos nuestros grandes pintores pero de forma esporádica. Tras el triunfo de la revolución la lógica aparición de la propaganda política, el auge de las actividades artísticas y sobre todo el surgimiento del ICAIC hicieron que una nueva generación de cartelistas apareciera y produjeran miles de carteles que hoy constituyen un verdadero tesoro.